Reseña de "Llámame azul", por Manuel López Azorín


El 9 de febrero, se presentaron los libros de Ed. Quadrivium "Esa helada verdad de la belleza", de María Luisa Peña y "Llámame azul", de Laura Gómez Recas en el Centro Cultural Blas de Otero de San Sebastián de los Reyes, en Madrid. 
Dirigió la presentación Manuel López Azorín.

Ahora traigo aquí su reseña sobre mi poemario. 




Nueva presentación


En San Sebastián de los Reyes

CENTRO CULTURAL BLAS DE OTERO

el sábado 9 de febrero a las 12 de la mañana

LLÁMAME AZUL
ESA HELADA VERDAD DE LA BELLEZA

serán presentados por MANUEL LÓPEZ AZORÍN

presenta el acto Luis Pérez Lara


Presentación de "Llámame azul"


Crónica personal de José María Garrido, poeta

Presentación del libro LLÁMAME AZUL
LAURA GÓMEZ RECAS


Miércoles 16 de enero en la sala FNAC Callao
en Madrid. 
19.00 horas
EDITORIAL QUADRIVIUM


“No sé – dice --- si siento más las fauces del silencio que el pulso reiterado de la sangre entre mi carne, deshuesada por ser única morada de tus manos en un sueño, por incrédulo, indecente y reducido...” --- pero tú --- “…Llámame azul, si quieres entre amapolas, mientras olvido el mundo que estremece el alma… Laura sobrecogida por la emoción y la presencia de numerosos amigos y lectores, ávidos de sus letras, se deja caer en las palabras de Rafael Soler con la mirada perdida entre las butacas de la sala, repletas de público.

El presentador, elocuente y escueto, esboza, modela, la capacidad poética de la autora, y ella, modula con su voz seductora un sencillo rosario de poemas que acaba con una explosión de aplausos, roto por la brutal presencia del reloj que marca la hora e otro acontecimiento.. Tal vez la ausencia más notoria haya sido la de Mahler y sus acordes de la sinfonía Titán Nº 2, que hubiese puesto un color rojo como el que a la autora le gusta. Porque “…Puede que las sombras me hablen y yo no escuche, si la lentitud de la serpiente adora el recorrido de mi cuerpo y la fragancia vocal que alienta mi garganta cuando tu nombre hace de ella su guarida en lo oscuro….!”


José María Garrido
Gracias por estas palabras  y  por tu emoción, José María.
Laura

Presentación de "Llámame azul", por Rafael Soler

EL DESCAPOTABLE AZUL DE LAURA GÓMEZ RECAS
                                                            FNAC Callao, 16 enero 2.013



La primera vez que tuve ocasión de hablar con Laura Gómez Recas de poeta a poeta fue en una tarde con campanas, encaramados a una azotea en compañía de nuestra común y generosa amiga Paloma Corrales, con motivo de la grabación de su programa de entrevistas Conversando con, que entonces comenzaba su andadura y es hoy un espacio cultural asentado y de referencia en este mundo nuestro donde hay de casi todo: escritores recién llegados, escritores a punto de llegar, escritores que nunca llegan del todo, escritores que por marcharse permanecen y buenos amigos con talento, que además de un abrazo te regalan un poema memorable.
   Guardo muy buen recuerdo de aquel encuentro, y aunque grabaron primero mi entrevista y no pude quedarme a la suya, tuve ocasión de escucharla unos días más tarde, y me llamaron mucho la atención estas reflexiones, que como es habitual en ella, Laura escanció como al descuido, pero con intención:
  En la poesía he encontrado un camino que he estado buscando toda mi vida…el lenguaje poético pone una veladura a la cotidianeidad… los silencios y las pausas son importantes, como en la música, porque la poesía tiene mucho de música…la poesía es decantar un pensamiento…hay poemas que me duelen cuando los vuelvo a leer.  Y añade un corto y expresivo suspiro…ufff!!
  Reflexiones, sobra decirlo, de escritora que busca ante todo acertar en su trabajo, sin precipitaciones que a nada conducen, lejos siempre del mareo que producen los halagos fáciles.  Escribir poesía es, por encima de todo, una larga paciencia, una búsqueda llena de silencios, un permanente desafío para nombrar lo inefable. Escribir desde el filo, desconcertado y humilde; solo ahí, en soledad, nace algunas veces ese poema destinado a perdurar.
Periodista,  buena comunicadora con larga experiencia en la radio, exigente y siempre crítica con su obra, Laura es persona afable y cercana, dispuesta a compartir cuanto tiene con los colegas. Se la ve con cierta frecuencia por recitales y tertulias, pertenece por méritos propios al núcleo duro de esa tropa de honestos y entusiastas poetas amigos, en continuo crecimiento, que atiende por el nombre de Poesía en Sidecar como marca registrada, y nunca dice no ante cualquier propuesta que le permita avanzar con soltura por ese camino que buscó hasta hace poco, y que ya transitará de por vida. .
¿Por qué no tienes un libro?...pregunta Paloma en la entrevista que antes mencionaba. Pregunta por otra parte habitual en esos soliloquios de madrugada, tan frecuentes en el escritor inédito, con la carpeta ya bien terciada de poemas, y medio folio con tres títulos posibles y el teléfono del colega que conoce a ese editor que está deseando fichar a un talento nuevo. Vamos con la respuesta de Laura:. Le tengo mucho respeto a la publicación. yo quiero editar bien, con un texto que sepa que va a llegar al lector…tengo una idea muy romántica de la edición.
He vivido, desde una respetuosa pero activa distancia, los avatares que han conducido finalmente a la publicación de Llámame azul, con el número siete en esta colección de Con versos, a la que deseo una larga andadura. Una breve pero rotunda presentación del siempre cercano Ángel Guinda ( “Laura Gómez Recas escribe como vive, y vive como si nunca hubiese de morir”, nos dice, ”escribe y vive contra la muerte en la realidad y la palabra, que es una realidad otra”), un prólogo de Marisa de la Peña, con acertadas valoraciones que orientan la lectura del recién llegado, cuatro capítulos y cuarenta y nueve poemas si no he contado mal, conforman esta primera entrega, que  tiene para su autora una significación especial, pues irrumpe bajo el saludable amparo de un ISBN en el universo mágico de la palabra publicada, que es como decir al encuentro posible con ese lector que, sin saberlo, lleva mucho tiempo esperándola. Muy bien, Laura, por tu respeto a cuanto tiene de trascendente la publicación de un libro, cualquier libro. Todos merecen su tiempo de cochura, con frecuencia largo si de poesía se trata, y nadie más calificado que su autor para dar el banderazo de salida.
La nada a un lado, y tu todo al otro, resume Laura ya hacia el final de la entrevista, abriendo así una puerta a su poética, a su personal mirada creadora. La nada y sus límites, el poeta asido al madero salvador del verso, braceando en la intemperie con otros colegas a la vista, cada uno en el suyo y la costa siempre cerca y lejos. La palabra como redención. Preciosista, sensual muchas veces, de hondo aliento siempre, los poemas de Laura piden más de una lectura, para encontrar en todas un matiz nuevo..  Accesiblemente hermética y turbadora, como bien reflejan estos versos:
Soy estatua de sal,
carámbano de humanidad vestido
inquietud, por la quietud que albergo.

“Todo depende de la relación entre las palabras”, escribe John Berger, “Y  la suma total de todas esas relaciones posibles depende de la manera en la que el escritor se relaciona con el lenguaje, no como vocabulario, no como sintaxis,  ni siquiera como estructura, sino como un principio y una presencia”. La poesía de Laura transita ese territorio, que mucho tiene algunas veces de desierto de Gobi con un palmeral al fondo. Situar al poema fuera del alcance del tiempo, hacer del lenguaje un lugar de encuentro donde todo perdure, y el lector se reconozca.
  Algo ha pasado en el mundo mientras yo no estaba, afirma. Y desde esa certeza comienza su viaje interior en busca de un indicio imposible que desentrañe ese misterio que a veces, pocas, cuando algo nos sacude y nos hace reaccionar llamamos vida. Ahora caigo inmensamente limpia, nos dice en otro verso, y más adelante Vivir es remansarse. ¿Vivir, querida Laura, es remansarse? Larga singladura la que tienes por delante, con este anticipo que ahora nos brindas y que saca al lector de los equívocos remansos cotidianos e inanes, enfrentándole a su otra verdad, que es la suya y la de todos.
De un afán inútil se ocupa la voluntad
y se deshace el alma como si un hilo
recorriera la distancia hacia la nada

nos dice en el prefacio del segundo capítulo, titulado con acierto De un afán inútil, donde encontrará el lector los poemas que mejor cuentan su inquietud existencial, entre los que destacan Sobre el límite de la nada, Esta agua que me cerca,  y el poema dedicado a Miguel Ángel Yusta  Mineral de alma sin demérito del resto. Encontrará el lector tres capítulos más, el intenso y breve Desde la sangre, el que da título al libro Llámame azul, con apenas cuatro poemas que vienen a confirmar que el poeta escribe en un límite de niebla, y el que lo cierra, Arquivoltas, centrado con intensidad en el sentimiento amoroso y sus deslumbramientos, como bien reconoce y se reconoce la autora cuando afirma: prendida estoy. Y casi estoy vencida / a rama de tu amor, casi hoja muerta. Y siempre la amapola como símbolo de cuanto de pasión pueda tener la vida. Pido a Laura que tenga a bien explicarnos el por qué del título, y hasta dónde el significado de esa omnipresente amapola recortada sobre el cielo azul.

De preciosismo, surrealismo y modernismo habla con acierto Marisa de la Peña en su perspicaz prólogo, que titula Voluntad de audacia, y al que añado con osadía el subtítulo entre paréntesis de Versos cabales.

Termino. Citaba antes a Miguel Ángel Yusta. Muchos conoceréis su espléndido poema Mi descapotable de juguete, cuyo primer verso dice De niño quería un gran descapotable blanco, que el poeta solo pudo conducir en sueños durante su infancia, y a cuyo volante imposible vuelve a sentarse cumplida su vida, cuando por la noche, confiesa, llego tarde a mi casa / solo en mi habitación, en la suave penumbra, y es donde allí se recoge buscando cobijo en el limpio y hermoso sueño de su infancia.

El descapotable blanco soñado desde niña por Laura Gómez Recas, sale ahora de fábrica, rutilante, recién matriculado, sin airbags, sin faros antiniebla y sin GPS. Pero tiene el depósito lleno, y se llama Poesía.

Mucha suerte, querida amiga, y feliz viaje.
                                                                                                                  RAFAEL SOLER

Llámame azul



Se presenta el miércoles 16 de enero en la sala FNAC de Callao, en Madrid. 

19.00 horas

Presentado por 
RAFAEL SOLER

Junto a él se presenta

"ESA HELADA VERDAD DE LA BELLEZA"
de Marisa Peña

Presentado por 
MIGUEL ÁNGEL YUSTA

Colección Con-Versos de la EDITORIAL QUADRIVIUM


El míércoles 9 de enero: entrevista sobre los dos libros en "Poetas en el aire", programa dirigido por Sebastián Galán en Radio Vallekas (107.5 FM, Madrid) 


Para escuchar el programa, haz clic aquí


VI ENCUENTRO POÉTICO DE LA LOBERA DE GREDOS



VI ENCUENTRO POÉTICO EN LA LOBERA DE GREDOS

DEL 11 AL 14 DE OCTUBRE DE 2012

Coordinado por Ángeles Fernangómez

Viernes 12 de octubre
Recital en la Casa de la Cultura de Arenas de San Pedro
(Ávila)

bajo el lema

LA FUERZA DE LA MANADA


Dedicado a los componentes de Poética en Gredos que están atravesando momentos especialmente difíciles.


Cartel: Ángeles Fernangómez

Conciencia

Un poema de CRISTINA LÓPEZ ROJO


Sólo queda la pálida voz
esa voz 
que se desmorona en tristezas, 
en el tic-tac de relojes moribundos
mecidos en cunas de niñez y arena. 

Esa voz interna que nunca duerme,
que anida en leprosos bolsillos
fecundos de soledad,
y en esas ciegas noches
donde la luz perece,
se oye el bramido azul de su misterio.

Sus cantos de sirena
no hacen tumba en las peñas,
inútil es atarse a mástiles de cera
ni el mismo Ulises pudo
conjurarla en el cielo.

Y es así como esa voz nos sobrecoge
el día de nuestra boda con la tierra.



Cristina L. Rojo, julio 2012
Imagen:  Volcán Chaitén, NASA

X JORNADAS "MAR ADENTRO"



X JORNADAS LITERARIAS

"MAR ADENTRO"

Coordina: Teodoro Rubio

8 y 9 de septiembre 2012

Candás (Asturias)




SÁBADO, 8 DE SEPTIEMBRE:
Mañana
12 horas: Recogida de material y credenciales en la Casa de Cultura de Candás.
12.15: Acto de Inauguración:
Teodoro Rubio, Coordinador de las Jornadas.
Ángel Riego González, Alcalde de Carreño.
12:30 h. Ponencia de inauguración “La mar en la poesía española”.
Ponente: Carlos Murciano.
Presenta: José Marcelino García.
Lugar: Casa de Cultura de Candás.

Tarde
18:00 h. Recital Poético “Salomas a la mar” en el Puerto.
Coordinan: Alfredo Piquer y Armando Vega.
Lugar: Dársena del puerto.
19:30 h. Homenaje al poeta asturiano LUIS FERNÁNDEZ ROCES.
Coordinan: Antonio Merayo y Julio Obeso.
Lugar: Casa de cultura de Candás.

DOMINGO, 9 DE SEPTIEMBRE:
Mañana
10:30 h. Recital poético.
12: h. Ponencia:” Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca”.
Ponente: Joaquín Fuertes Álvarez.
Presenta: Antonio Merayo.
13:30 h. Clausura oficial y entrega de Diplomas.
Lugar: Casa de Cultura de Candás.

Estas jornadas literarias están abiertas al público en general. Para más información e inscripciones pueden dirigirse a:
Oficina de Turismo
C/ Braulio Busto, 2
33430 – Candás – Asturias
Tel. 985 88 48 88

Homenaje a Antonio Machado 1912-2012



En el centenario de la publicación de 
"Campos de Castilla"

HOMENAJE A ANTONIO MACHADO

en 

La Casa Museo del poeta en Segovia

(C/ de los desamparados, 5)
Telf.: 921 460 377


Domingo 22 de julio de 2012, a las 17.00 hrs.

Lectura de Poemas por poetas de la Tertulia Gerardo Diego, 
de Madrid

Poesía en Sidecar. El Recital

                                                                          

El jueves 28 de junio, todos los integrantes de la segunda temporada de POESÍA EN SIDECAR vivimos una noche especial.

El último recital del ciclo fue divertido, ingenioso y gratificante, en lo poético y, sobre todo en lo humano.

La poesía es un buen hilo conductor para vivir momentos inolvidables y hacernos sentir afortunados.

Mi gratitud a Rosa Jimena y a Manuel Martínez Carrasco por dejar que, hace casi un año, me subiera a este maravilloso medio de transporte que tan bien conducen.

Mi gratitud, también, a todos mis compañeros del ciclo: Ángeles Fernangómez, Enrique Fornies. Jesús Arroyo, Laura Caro, Leire Olmeda, Luis García, Luis Suárez, el Poeta Pijo, Luis Miguel Rodrigo, María García Zambrano y Marina Tapia, por su calidad literaria y humana. Entre ellos me he sentido acogida y afortunada.

Mi gratitud a Montserrat Morata, sidecarista pionera, recién llegada de París, que aportó una presentación del recital magnífica y su savoir faire innato e intransferible, por su amistad y su cercanía.

Y, por último, mi gratitud, también, a Enrique Gracia Trinidad, cuyo epílogo reproduzco al final de esta entrada, inmenso. Es un orgullo y un placer compartir con él, siempre.

Laura Gómez Recas

El recital en siete vídeos de E. Gracia Trinidad.
Montse Morata, presentación
                                      

Laura Caro, Manuel Martínez Carrasco, Leire Olmeda y Luis Suárez, el poeta pijo


Luis Miguel Rodrigo, María García Zambrano, Jesús Arroyo, Laura Gómez Recas y Ángeles Fernangómez


Marina Tapia, Enrique Fornies, Rosa Jimena y Luis García


Un poema de cada autor



Epílogo de Enrique Gracia Trinidad   
     


Texto del epílogo:


Heme aquí ante vuesas mercedes determinado de cumplir una deuda de amistad ya que no de sangre, que tanto diera.
Place a este humilde casi-ciego ser la S y el clavo y poner llave a tan bizarra aventura poética, que sabe de amores, atrevimientos y porfías más que la abeja que se atrevió a picar al señor Cupido.

Según rezan letrados escribanos, ha sido aventura motorizada, que no parece otra cosa ese invento del demonio llamado sidecar en lengua hereje y que mejor entendiera yo por carromato, y aún más cristianamente por serón o albarda.

Sentaron plaza por segunda añada en el corral deste mesón de Libertad, con buena industria y unción desaforada, una trecena de ilustrísimos poetas, que hubieran sido 14 de haber estado listo otro plumífero que salió galgueando por las de Villadiego dejándolos a todos en ese número 13 de tan mal fario pero que en nada estorbó la mejor fortuna.

Así, estuvo como primera dama en letras la licenciada Laura de Caro, maestra de amiga y aún de escuela de mozos, natural de esta Villa y Corte, experta en lengua romance de Castilla
y en esa parla bárbara de la pérfida Albión que dicen britana.
Es mi señora Laura culta latiniparla sin afectación y sabe de lo que es amor y no bordar palabras. Se cuenta en el mentidero de los representantes que ocasiones hay en que desaparece y anda como en el aire de Madrid perdida. Aconsejan no se le moleste en tales ocasiones, porque ha ido a robarle besos a la luna. Se sospecha que puede ser incandescente y volar como un poema, (no lo digan sus señorías a los familiares del Santo Oficio por si le envían sus corchetes)

Anduvo a vueltas con ella, recitando a dúo, un reconocido físico, sangrador sin lanceta ni sanguijuela, que ejerce de remendón de cuerpos y apañador de pleitos en la muy noble y muy leal capital del Reino de Murcia, y otrosí en esta misma Villa cuando lances librescos o naguas de espuma lo convocan. Atiende el tan ilustre seguidor de Hipócrates al nombre de doctor Manuel Martínez y Carrasco, desconociéndose si es familiar del bachiller del Quijote, pero también acude solícito cuando le llaman amigo, compadre o compañero. Sábese dél que toca la vihuela y canta en los saraos, durmiendo luego hasta bien alzado el carro del padre sol, dando, por no ceder en sueño, razones para una siesta, aunque no la haya menester.

Pasó después una poeta joven pero no misacantana, pese a su buen nombre de monasterio del Reino de Navarra y apellido de bosque garcilaso: doña Leire de Olmeda, natural de Rivas del Jarama, que hoy se conoce como Vaciamadrid por ser campos de pan llevar para esta corte, según dijeran moros.
Es dama aguerrida que huye del chapizanco y los afeites; tan combativa que bien pudiera un día dar en galeras por el aquel de su afán comunero, pero a la que es menester tener en cuenta por la honra y la prez de sus versos y por la intención que en ellos cumple.
Sabe del Habeas Corpus y otras donosuras y es capaz de poner como testigo de su demanda de amor, a un buen jarro de cerveza.

Acompañola en su función el licenciado don Luis Ricardo de Suárez que nómbrase a sí mismo poeta pijo, que no pija de alcoholes o naderías.
Notorio paisano acomodado en esta Villa y Corte que bien pudiera codearse con Jacobo de Gratis, al que vuesas mercedes llaman Caballero de Gracia y aún hacer sombra al mismísimo Bernardino de Obregón, por sus hechuras de galán y sus prendas de caridad.
Provocador en letras sin descalabro y explicador de perlas, tiene cuerpo de jácara y oficio de letrado, sobre todo en la A, por ser primera letra de la gramática y dar en Ansia, Arrullo, Arrogancia, Aliento, y hasta Aguijón. No le faltan a su señoría dichos ajustes, que también caben en la faltriquera de sus versos.

Sumóse a estas jornadas otra maestra de las tantas que dan ahora los tiempos —cosa de encantamiento, cuando otrora no las daban— la eldense doña María de García y Zambrano, cuya diligencia es madre de su buenaventura. Sábese bachillera de lengua romance, diestra en enderezar literariamente a los rapazuelos más ceporros, y tal vez en cocinar gachamiga y fandango, extremo tal que falta de ser probado.
Esescriba de un dios, aunque lo mienta, y aparece en cancioneros como tocada de las musas, pese a que tampoco lo pregone.
Anda en boca de todos que su alcurnia es notable y sin tacha porque su espíritu tiene la altura de entender en cosas altas y convertir en lo mismo las que no lo fueran.

Fue pareja de jácara y entremés de doña María, maese Luis Miguel de Rodrigo, otro gato de abolengo, aventajado al parecer en trepanar sin daño los sesos de los dolientes de alferecía y otros locos y orates, profesión que, cuentan, es ahora de mucho uso y costumbre.
Es licenciado que hubiera obtenido múltiples prebendas de haber vivido en mi Siglo del Oro por el aquel de haber publicado pliegos sobre el trastorno de los ideales que, como vuesas mercedes saben, andábanse trastornados en los tiempos del rey Felipe, que dios Guarde.
Bien parece que ahora siguen igual de trastornados, según entiendo de los versos-diatriba, agudos como punta de lezna, que alumbra este poeta y doctor de la cabeza.

Subióse luego a aqueste tablado doña Laura de Gómez y Recas, licenciada por la vieja universidad de Cisneros, hoy desterrada en la Villa de Madrid. Fue su licencia en un asunto extraño que hogaño dicen periodismo y que aparenta ser arte de escribir en pliegos de cordel o hablar en púlpito de los dimes y diretes de la Corte, o de fútbol (quién sabrá que quisicosa es esa) y de cualesquiera de los lugares que en los mapas son.
Dicen de esta dama que es hembra de afamada sonrisa cortesana, que prodiga sin tacha, honrando tanto a reyes como a mendigos, y que sabe de utopías igual que aquel Tomás Moro que defendió a nuestra señora Catalina de las felonías de un monarca de Albión.
Cuentan así mismo que en la Cuesta de los ciegos, hizo justicia y caridad con un lacayo de color hermoso, que desapareció al poco como si se tratase de una de las tantas leyendas de esta Corte, y fuese y no hubo nada.

Junto a doña Laura, remedando al mismísimo Petrarca, llegó maese Jesús Arroyo, bien conocido de los habitantes de esta villa por su bonhomía sin cuartel y sus artes en amasar empanadas sin mosca. Se sospecha que vino de Torrejón de la Ribera, hoy Real Sitio de San Fernando de Henares, lugar de buenos tapices y de labranzas en tierras del Condado de Barajas, pero tiene hoy en Madrid mesa y mantel y recado de escribir.
Aguerrido y temerario, es capaz de afirmar en sus versos que quiere que le tiren a la hoguera... Atrevimiento pernicioso que puede hacer hogaño, que si lo hiciera antaño, ya estaría la Santa Inquisición regalándole con toca sin rezo, potro, garrucha o tea de alguacil. Sabe, como el afamado Alonso Quijano, que el año que es abundante en poesía suele serlo en la hambre,
pero él es remedio de muchos y de sí mismo y no ha de faltarle yantar mientras oficia en rimas.
Ocasión hubo en que doña María de los Angeles, por más gracia Fernangómez, aposentó sus versos en este corral del barrio de los chisperos. Y hubo de hacerlo sola, como si hubiese sido abandonada ante el altar, novia en desuso de sí misma y alentada por su propio fuego.
Fue única ocasión aquesta en que la albarda que llaman sidecar quedóse en los corrales, y cabalgó esta dama de tronío la templada condición de sí misma por calles y vericuetos.
Es cuento archisabido que vino de las montañas leonesas y sentó plaza de escribana en despacho de algún secretario de su Majestad, lo que no le impide conspirar en plazas y mesones, y levantar el ánimo de los súbditos frente a los guantes de ante que ocultan uñas y ladrones de privilegio en despensa a quien no se atreven los alguaciles.
Burlaría con el maestro Lope y su discípulo Gracia calculando que hubiera en la corte más poetas que candiles.

Llegada de las tierras del antiguo Virreinato del Perú, que llaman Chile, un país cerbatana como hay pocos, apareciose doña Marina de Tapia, hija de Valpo, la joya del Pacífico, por más nombre Valparaíso, que desde que tal dama se vino dejó de serlo porque se trajo con ella el Edén y abandonó su lar en Valle sólo sin paraíso.
Titiritera, artista de pinceles y poeta, es dama de alcurnia en plazas y corrales de comedias, y tanto diera en los salones del arcipreste o el rey si la llamasen. Sabido está que no habrán de convocarla fácilmente pues es noticia clara que andan los tiempos torpes y mal gobernados en estas Españas doloridas.
Diz de tal peregrina que vase buscando acomodo en la costa andaluza donde tal vez sus gracias fueran de más provecho que en la Corte en que medran más las alcahuetas, los barbilindos y los ganapanes de fortuna que los artistas ciertos como ella.

Acompañó a la titiritera el licenciado Enrique de Forniés, doctor en filosofías por la Universidad de la ciudad de los Santos Niños, Justo y Pastor. Afirma que nació de las palabras, pero sabido es (por más de un cronista de la Villa) que el dicho doctor es experto en silencios y amigo de aquello de que al buen callar llaman Sancho. Sólo un buen pichel de vino mulso lograra desatar su lengua.
Tan cumplido alumno como profesor, es capaz de alquilar su cabeza en unos versos, llamándola sincera, bien amueblada y emocionalmente sana.
Cuentan en el Mentidero de San Martín que hay más de uno y de dos que buscan alquilársela de tan gastadas como andan las cabezas en la Corte.
Dicen también, aunque es carta a la que falta el cristus, que en su sabiduría y buena andanza, sigue los consejos de Quevedo y para que todas las mujeres hermosas anden tras de él, se va él mismo andando delante dellas.

Remataron faena en esta santa posada de vino y verso doña Rosa Jimena y don Luis García, entrambos nobles ilustres de la Villa de Madrid.
Cuentan de doña Rosa que no desciende de la Jimena del Cid, aunque bien pudiera, y que es discreta de tono al estilo cervantino que nos recordara aquello de que no hay gracia donde no hay discreción, y anda ella sobrada de la una y de la otra;
Sábese en las covachuelas que si fuera menester una dueña cumplida para enderezar los entuertos de este siglo, habrían de contar con ella o abandonar el empeño. Delante de un buen vino de las bodegas de Rueda, es capaz de ablandar las ínfulas de un dominico por muy dómine cane que se tenga, y hacer entrar en razón, justicia y comedimiento al mismísimo Conde Duque, al impulso soberano que asesinó a Villamediana y hasta a su misma tocaya la Rosa de los Vientos que apuntara galerna.

De don Luis García, dícese que es un adelantado de la vida y su propósito, y que por donde pasa deja santo y seña y duelo de dueñas.
Ocupado en un su afamado mesón, alterna picheles y escudillas con buenos versos, como si de un renacido Baltasar de Alcázar se tratara.
De su memoria, que se aparece milagrosa por tamaño y forma, salen palabras de cualquiera siempre puestas en sazón, y de su propia faltriquera, versos barrocos a la moderna y nuevos a lo de siempre.
Notorio es verle sentar plaza entre seda tejida en tafetán de lustre, terciopelo veneciano, urdimbre de flor de loto, y lazo que en su tiempo envidiaran Lord Byron y el mismo Brummel.
Sus versos cantan con los borrachos, porque no queda más suicidio que vivir, y así lo sabe y lo pregona y firma.

No quisiera dejar este tablado de la farsa sin hacerme lengua de los encantos y buena andanza de la introductora Monserrat de Morata
que ha presentado estas jácaras poéticas, recientemente llegada de Francia, y donde cuentan que anduvo glosando a un escritor gabacho imitador de Ícaro pero en cuyo cartel de aposentamiento remedó a don Luis Mejía, el del Tenorio y dicen que escribió:

"puse un cartel en París
diciendo: Aquí hay una Montse
que vale lo menos dos.
Pasará aquí algunos meses,
y no trae más intereses
ni se aviene a más empresas,
que dar envidia a francesas,
y ligar a los franceses."

Y estas fueron las gracias y desgracias, entuertos y virtudes que hubieron en el mesón de Libertad las tardes de poesía en albarda...o en sidecar si gustan de la moderna jerigonza.

Aquí cumplieron y dieron magisterio poetas de pie derecho, con mejor arte y entendimiento del que suelen mentir otros poetas de 1ª tonsura; que tienen aquestos 13 laurel y pluma del mejor Homero.
Como me contaron sus prendas, así las concerté.
Ya que han sido amables con ellos, sean así mismo vuesas mercedes benevolentes con este pregonero, ciego por mala fortuna de leer versos malos en muchos libros —¡que así los descalabraran según se nacen!—, y que anda en este instante recuperando milagrosamente la vista por leer los buenos poemas de estos vates nombrados que ven en el corral de Libertad púlpito y acomodo.
A más de benevolentes, muéstrense generosos y paguen a este viejo un pichel de buen vino de Arganda o Cariñena.
Que miren que la honra del amo descubre la del criado y según eso, este humilde versificador que, como don Miguel, añora la gracia que no quiso darle el cielo, les ha servido hoy con cuanto esfuerzo supo.
Así que es menester que vuesas mercedes hagan alarde de buena cuna, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

Queden sanos y premie el cielo con su largueza la que ustedes nos demuestren.
Y vale.
Enrique Gracia Trinidad