Sobre el límite de la nada



No buscaré la altura en las fachadas de París,
no tentaré con hidras el estuco de los musgos,
no sobornaré más el secreto de la espiga
que pretende despuntar en el dorado...

Seguirá la combustión impoluta
en la bajura mediocre de la ausencia...

mi nombre,
sobre el límite de la nada.

Laura Gómez Recas
Fotografía: Laura G. Recas

Penélope


Ha de ser evidente lo fugaz en mis ojos
o lo frágil en la caricia de mi voz
porque rescribo las horas de Penélope
cada vez que presiento mis dedos,
apéndices del corazón,
desollados por el roce de los hilos.

Tras la línea que define el mar y el cielo,
más allá del sonido que percibo,
estás tú, desglosando tu cuerpo en mil porciones
desnudas de este tapiz que tejo y que te espera.

Devanas tus palabras sobre Circe,
regalas tus oídos al canto sumergido
y mi casa se derrumba y se empobrece,
poblada de una turba que me hostiga.

Ya no son mis ojos dulce almendra,
ni mi piel, sin tacto, tu planicie.

Embarcado en el silencio de tu nave,
duerme el suspiro irreverente
que exhaló mi boca
mutilada por la ausencia de tu voz.


Laura Gómez Recas
Imagen: Jaime G. Recas

Tamiz



Filtraremos la arena que separa
el ayer del mañana,
mientras precipito el beso en tus labios.


Laura Gómez Recas
Imagen: "Galaxia Sombrero", NASA

Eros sobre el ápice



Se encuentran los extremos de mi piel
tan cercanos al tacto de tus ojos
que las flores me cercan,
erizando el ápice del sexo
con la tibia caricia de sus pétalos.

Laura Gómez Recas
Imagen: "Blue Sun Bristling", Alan Friedman

Gracias a Carlos Serra por su apunte sobre la medida y el acento.
Gracias, porque gracias a tu mirada se enriquece mi poesía.

La piel derramada



Se desborda la imagen sobre el marco
que sujeta el espejo a la pared.

La piel se derrama sobre el temple.

Quiero salir de mí como tangente a esta realidad,
volarme y serme lejos de la escafandra acentuada
en la que el cerebro se endurece y se lacera,
alejar las selvas que la razón me otorga
con raíces ancladas al sumidero del tiempo.

¡Ya!

Me pronuncio...

y me deseo.

Laura Gómez Recas
Imagen: fotografía de Brandan