Aniversario


Antonio Machado

Sevilla, 26 de julio de 1875 - Collioure, 22 de febrero de 1939

Hortus Liber recibe tu luz


Tal vez la mano, en sueños,
del sembrador de estrellas,
hizo sonar la música olvidada

como una nota de lira inmensa,
y la ola humilde a nuestros labios vino
de unas pocas palabras verdaderas.


Antonio Machado
"Soledades. Galerías. Otros poemas." (1907)

Maldigo


"Maldigo"
Clara Tengonoff
Óleo con collage


Maldigo las almas realistas
que eximen del oxígeno a sus venas
y entierran los sueños bajo cal,
después de haberlos fusilado.

Maldigo el alma del que duda
del plenilunio que le besa
y revienta la sesera a la evidencia
con el culatazo de la excusa.

Maldigo el vómito de la mentira
que ensucia con harapos las verdades,
y ciñe en la sien de la renuncia
del fingimiento, mil espinas.

Maldigo el cómodo rictus del acuerdo,
mullido y holgado sobre el sieso
que desprende la nuca cuando reina.

Maldigo la mediocridad y el conformismo
y, en la suma total,
el silencio que acribilla voluntades,
la miseria de la vida que devora
el despojo del perdón
y el cadáver etéreo de mi cuerpo.

Laura Gómez Recas
Sobre este poema, está inspirado el cuadro ©"Maldigo", de Clara Tengonoff


AMADEUS escribió sobre "Maldigo"
Benditas son las almas soñadoras
que trepan sin descanso por las hiedras,
rompiendo los cristales con las piedras
de realidades empobrecedoras.

Benditas son las lunas redentoras,
que besan a los sapos y culebras,
y tejen con sus rayos esas hebras
teñidas de tinturas incoloras.

Benditas las verdades de mentira,
que nadie cree, aunque son verdad,
y que el tedio monótono estira

en esa interminable soledad,
como el trompo que gira, gira, gira...
buscando en la agonía, libertad...

©Amadeus
Repentizado sobre tus versos, a las 0:40 del 23 de febrero de 2009

La carrera



Su oído receló de sí mismo. Pronto, sus ojos se toparon con el surco que se abría paso en la superficie aterciopelada. La reja de un arado incorpóreo había establecido dos partes en el sensual territorio, valiéndose de un trenzado deshecho imposible de reparar.

En su conciencia, advertía que aquello le había quebrado el día. Mamá no lo entenderá. El camino, surgido de la nada, tenía un recorrido fatal, delatando la blancura del subsuelo, su piel. Se volvía angosto al alcanzar la delgadez del estoico sostén de la pierna. Mancillado el tobillo, se embocaba tras el sublime perfil del zapato de tacón, verde como la lágrima.

La portera del quince gritaba. Ha sido un obús, le ha partido en dos. Entre sus brazos, Adela yacía muerta con una carrera en la media y otra en la cintura.


Relato corto. Un reto: Diez líneas. Word. Times New Roman – 12
Laura  Gómez Recas

La yema

La yema, mi núcleo,
se inclina al amarillo
en litigio de corolas
con la turgencia del beso,
que se escancia lentamente
desde la lengua al limón.

La lluvia, mi contexto,
torna blanco al azafrán
que revolotea sin tregua
entre los dedos que indagan
las honduras del granate.

Y en la cúspide del limo,
acumulado en la piel,
se rebela la saliva
y entabla tirabuzones
para erguir al tulipán,
sonrosado bucle de a pie,
que se derrama a granel
entre el núcleo y el contexto.

Laura Gómez Recas

Bodegón

"Bodegón"
Josefina C. Piris
Óleo sobre lienzo

Apalancado sobre el mantel, el volumen de la forma:
la virtual maternidad, sostén del azul de las flores,
y la oronda carnosidad de la pulpa
que yace, escondida, bajo la piel de la fruta,
tersura y sensualidad evocadoras del mordisco.

El terciopelo de la claridad acaricia, amante, la mesa,
impregnada de feminidad satisfecha,
ante la fálica figura de la botella…
a su sombra.



Poema inspirado en: "Bodegón", Josefina C. Piris
Laura Gómez Recas